jueves, junio 23, 2005

En la ruta - Miércoles 22 de junio

Salimos de Ubatuba y como el tiempo seguía malo, apuntamos al sur decididamente. Santos la bordeamos por autopistas, también Peruíbe donde abandonamos la BR 101 momentáneamente y buscamos la rodovía San Paulo - Curitiba. Una vez en ella, a los 80 km, pasando Registro, están unos Postos enormes donde paramos una hora y seguimos viaje ya de noche. El camino pronto comienza a descender las Sierras y fue de terror: una autopista de tres carriles: en una camiones a 80 km/h, en la segunda a 90 y en la tercera a 100 km/h. Todo era un río de ruedas y una trafic pequeña, pequeñina, en la oscuridad de la noche y bajo la lluvia, buscando los huecos salvadores, con un camión delante y otros atrás, manteniendo el ritmo para no quedar aplastado. Aguantamos unos 50 km más y cuando encontramos un súper Posto a nuestra vista, entramos sin vacilar junto con otros camiones también al borde del estrés. Encontramos un lugarcito, una ducha con excelentes baños y a dormir contentos por estar en el reino de los vivos.
A la mañana siguiente, ya sin lluvia, nuevamente a la ruta para recorrer los que parecían últimos 300 km hasta Bombinhas, pero al pasar delante de la entrada a la Estrada da Graciosa no pudimos resistir la tentación y entramos a pesar del tiempo nublado y algo de niebla.
El camino hermoso como siempre, luego la serie de pueblos que hay que cruzar y por último entramos en Paranguá.
Recorrida de costumbre, seguimos por Caiobá, cruce en Balsa, Guaratuba, Joenville, y por fin, a eso de las 20 horas, llegamos a Bombinhas con el odómetro marcando 87679 km. Es decir, poco más de 6000 km recorridos.
Pensamos quedarnos aquí unos días, especialmente teniendo en cuenta el frío que hace.